
El profesional supervisó la medida, en nombre de la querella, junto con su socio Martín Arregui. “El embargo estaba ordenado desde hace un tiempo, pero chocamos con que la oficina estaba cerrada y debimos pedir que se complementara el embargo con el auxilio de la fuerza pública y de cerrajeros. Ese pedido nos había sido denegado, pero la Cámara de Apelaciones en Documentos y Locaciones nos admitió este recurso en tiempo récord”, precisó Roig. “Encontramos una oficina lujosa, con puertas blindadas y elementos de seguridad. Había un mobiliario importante, todo nuevo: televisores, monitores, escritorios y otros elementos de valor que pensamos que podían servir como garantía para los inversionistas damnificados. La idea es que rematando estos bienes puedan recuperar parte de lo que les corresponde”, agregó.
Nota de Airevision