Tras casi 14 horas de sesión, la Cámara de Diputados le dio media sanción del proyecto de ley que ratifica el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) para refinanciar los plazos de la deuda contraída durante el Gobierno de Mauricio Macri.
Máximo Kirchner no estuvo presente en el debate y solo apareció al final para votar en contra. La medida obtuvo 202 votos afirmativos, 37 negativos y 13 abstenciones.
El acuerdo sobre el texto fue el fruto de varias reuniones desarrolladas durante toda la semana entre representantes del oficialismo y de otros bloques opositores.
Al abrir el debate, el presidente de la comisión de Presupuesto y Hacienda, el diputado del Frente de Todos, Carlos Heller, aseguró que «este Gobierno, por sus principios, jamás hubiera recurrido al FMI sino que recibió una autentica bomba de tiempo y debió sentarse a negociar» con el organismo internacional.
«Hay un gobierno que por sus principios jamás hubiera recurrido pero que recibió una autentica bomba de tiempo y debió sentarse a negociar», enfatizó el legislador al exponer en el recinto en la sesión especial de la Cámara de Diputados.
En ese marco, Heller sostuvo que en el acuerdo «no se respetan los típicos aspectos de la ortodoxia que han primado en otros entendimientos» aunque dijo, «no hay nada que festejar».
A su turno, la diputada nacional por el Frente de Todos de la provincia de Buenos Aires, Alicia Aparicio, afirmó que «no hay nada que festejar» y agregó: «Hoy no habrá ganadores».
En su discurso, la legisladora elogió la decisión del presidente Alberto Fernández de enviar el acuerdo al Congreso porque «le devuelve al Poder Legislativo su facultad en la materia y otorga mayor institucionalidad» y aseguró que «este acuerdo es el único posible ante las circunstancias que hoy vive la Argentina».
En ese sentido, agregó que el país «no puede hacerse cargo de los pagos acumulados» y subrayó que «la diferencia favorable en el saldo exportador que hubo el año pasado, ni siquiera alcanza para pagar el vencimiento de 19 mil millones de dólares que se viene».
Por su parte, el diputado nacional de la UCR por Mendoza, Lisandro Nieri, consideró que el acuerdo con el FMI «nace obsoleto» y es «poco transparente», al sostener que «no soluciona los problemas de nuestro país». Para el legislador, «aún cumpliendo las metas deja a nuestro país en diciembre de 2023 en una situación de mayores desequilibrios macro que la observada en 2019» y dijo que «no soluciona los problemas de nuestro
país».
Siguiendo esa línea, se expresó también el legislador de Avanza Libertad, José Luis Espert. El economista añadió que «el que paga el ajuste es la gente de laburo, los emprendedores, los productores, los empleados».
«Este es un programa que revienta de impuestos a la gente del sector privado. No podemos votar a favor de ninguna manera de este presupuesto de gastos que está en el acuerdo. El camino es más libertad y más mercado. No más intervención», dijo.
Además, enfatizó que su postura «no tiene que ver con la ideología» porque «la deuda hay que pagarla», aunque calificó como «desastroso» el programa económico del ministro Martín Guzmán. «No echan ñoquis, no le ponen límite a las jubilaciones sin aportes. Que el ajuste lo pague el clientelismo», aseveró.
Desde el otro extremo del espectro ideológico, la diputada del Frente de Izquierda, Myriam Bregman, argumentó su voto negativo. “No entiendo qué festejan, dándole el co-gobierno al FMI, dejando que cada tres meses la Argentina quede a tiro de default, y que el Fondo sea el que decide qué se hace y qué no en el país”, expresó.
Por su parte, la diputada nacional del interbloque Federal Graciela Camaño planteó su respaldo al acuerdo, aunque le reclamó «austeridad» al Gobierno del presidente Alberto Fernández. «Vamos a acompañar», dijo la legisladora y agregó que «es la primera vez» que el Congreso «vota una autorización de financiamiento para que el Poder Ejecutivo Nacional tome un empréstito y resuelva su deuda externa».
«Hemos tenido la inteligencia, el año pasado, de votar todos una ley que limita al Poder Ejecutivo y le devuelve atribuciones al Legislativo», recordó Camaño. No obstante, destacó que «quien deberá hacer el esfuerzo para cumplir con esto será el Gobierno de Alberto Fernández».
El diputado del Frente de Todos y titular de la Corriente Clasista y Combativa, Juan Carlos Alderete, criticó el acuerdo del Gobierno con el FMI y agradeció a su bloque por permitirle “tener esta disidencia”. Es uno de los legisladores oficialistas que en la previa ya había anunciado que no iba a acompañar la iniciativa.
En esta línea, se expresó el diputado del Frente Grande en el Frente de Todos, Itai Hagman, quien ratificó el no acompañamiento de su espacio al acuerdo con el FMI. «El acuerdo es el resultado de la negociación encorsetada en las reglas del fondo», justificó sobre la posición que adoptarán junto a los legisladores Federico Fagioli y Natalia Zaracho.
«Tampoco se va a garantizar la estabilidad macroeconómica y veo difícil que logremos un proceso de crecimiento sostenido con las reglas actuales del Fondo», indicó. Además, agregó que no son «militantes del default» y que se «vienen tiempos difíciles y los buitres acechan». En este sentido, aseguró que el Frente de Todos no volverá a votar dividido.