Corrientes: llovió y creció la esperanza de que se apaguen algunos focos de incendio

Decenas de brigadistas de distintos puntos del país tuvieron que abandonar los focos de incendio de los alrededores de la zona de Santo Tomé, en Corrientes, por la llegada de un frente de tormenta eléctrica. El miedo de que cayeran rayos y que no lloviera, lo que incrementaría las llamas, se disipó pasadas las 17 de este jueves, cuando finalmente se largó un diluvio, la ayuda del cielo tan esperada.

“Tormentas aisladas”, anticipaba el pronóstico meteorológico. Sin embargo, llegaron y no fueron aisladas. El agua cayó con todo. Justo cuando habían nacido nuevos focos en los campos circundantes de la ciudad de Santo Tomé: en San Benito y en las estancias Casualidad y Pirizal, a unos 45 kilómetros del casco urbano camino a la Colonia Carlos Pellegrini, en los esteros del Iberá, donde también llovió aunque bastante menos.

“Ole lé, ola lá, si esto no es Bomberos, Bomberos donde está”, cantaban los brigadistas en la base de operaciones de Santo Tomé, empapados y felices por la mano que les tendió el clima, finalmente, después de días y días de combate contra un incendio impiadoso que se estaba devorando los campos de la zona.

La lluvia cayó en el momento más crítico del incendio en San Benito. Las llamas se veían a kilómetros. La columna de humo negro (signo de que se está quemando mucha vegetación y verde, como las copas de los árboles) tapó el cielo nublado hasta que esa oscuridad se empezó a mezclar con las nubes oscuras y las decenas de rayos que caían sin parar por la zona.

Sin embargo, en otras regiones donde hay muchos focos activos, como San Miguel, Caá Cati, Loreto, Palma Grande y El Caimán la lluvia no cayó como se esperaba o se necesita, que es la zona donde opera el Servicio Federal de Manejo del Fuego. “En esa zona no cayó casi nada de agua y los helicópteros pudieron extraer a los brigadistas de los esteros normalmente”, agregó Heider.

Corrientes tiene un déficit de precipitaciones desde hace más de dos años. Los pobladores más veteranos aseguran que no recuerdan referencias de una sequía como esta desde hace 70 años. Según el INTA Corrientes, cayeron 1.060 milímetros menos desde 2020, una cifra similar al promedio histórico de lluvias para la región.

Nota de Airevision

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