
El procedimiento podría ser realizado en la mañana de hoy en el Juzgado Federal en tanto que Vizgarra, el internado, podría ser indagado vía zoom si los médicos señalan que su estado así lo permite.
Así en la jornada de hoy volverán al edificio del Juzgado Federal los imputados: Juan Pablo Morales, Emilse Elizabeth Aráoz, quienes se encuentran en libertad. Y Sebastián «La Chancha» Frías, su hermano Pablo «Piquinino» Frías, Marco Rearte, Gabriel Lazarte y Ramón Gastón Emilio Baigorrí, alias “Carocín”, todos detenidos.
En las indagatorias realizadas, primeramente Morales declaró y negó su participación en el hecho. Sebastián Frías declaró lo mismo pero además había manifestado que Morales le había pedido que no lo involucrara. Por su lado Lazarte y su pareja Aráoz guardaron silencio al igual que Pablo Frías.
La causa
Las escuchas telefónicas fueron la base de la causa que llevaron a la detención de los Frías y Rearte y a la imputación de Morales y los demás. Según la acusación realizada por el fiscal federal Santos Reynoso, todos cumplían un determinado rol en la banda dedicada presuntamente a la comercialización de sustancia. Según Reynoso, «todos formaban una organización criminal dedicada al tráfico y comercialización de sustancias estupefacientes».
En ese contexto y en base a la acusación de Reynoso, los roles eran los siguientes: «La Chancha» y Rearte eran quienes tenían a cargo hacer el acopio y la venta de la droga en la Capital. “Piquinino” se ocupaba del almacenamiento y también colaboraba en la comercialización. Morales era el nexo para que los mencionados Frías y Rearte se contactaran con los proveedores, tal es el caso del interno Lazarte. En tanto la esposa de este último, Aráoz, era la encargada de llevar la droga al lugar pactado. Así lo indica el expediente de la acusación.